La mayoría de los ministerios y secretarías argentinas tienen al frente mujeres que comulgan los ideales opuestos a los que tenemos la mayoría de las mujeres.
La mayoría de las mujeres en Argentina son heterosexuales. Se identifican con el sexo con el cual fueron concebidas. La última encuesta nacional dio que sólo el 0,12% de la población no se identificaba con su sexo, o no se identificaban de manera binaria.
La mayoría de las mujeres en Argentina conciben ser mujer según el sexo con el cual fuimos concebidas, y no con las auto percepciones, aunque la respetamos.
Sin embargo, la mayoría de las secretarías, ministerios y direcciones de la mujer en Argentina y en cada uno de sus provincias y ciudades, establecen la temática de las mujeres como “auto-percepciones de mujeres”, y otras ideas como prioritarias en sus “políticas”.
La mayoría de los ministerios y secretarías tienen al frente mujeres que justamente comulgan los ideales opuestos a los que tenemos la mayoría de las mujeres.
La mayoría de las ministros y secretarias tienen prioridades totalmente antagónicas de las que tenemos la mayoría de las mujeres.
Es el caso de Ayelén Mazzina, que fue elegida este pasado lunes por el presidente Alberto Fernández para estar al frente del Ministerio de Mujeres, Diversidad y Género. Es lesbiana y acudió a las urnas vestida con los colores del arcoíris.
«Estuvo a cargo de la exitosa organización del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries en Territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel», decía el comunicado oficial del Ejecutivo tras su nombramiento.
Las prioridades de la nueva ministro son los productos de higiene menstrual y preservativos femeninos, que no estaría mal como anexo a las mayores problemáticas que tenemos las mujeres. Pero no, ahí se quedan.
Estamos viviendo una verdadera dictadura de género. El presidente debió poner una ministro de la mujer QUE REPRESENTE LO QUE LA MAYORÍA DE LAS MUJERES QUEREMOS Y PENSAMOS, pero NO. Lo de ellos es pura ideología.
Es decir, al fin y al cabo, LA MAYORÍA DE LAS MUJERES somos representadas por la MINORÍA DE LAS MUJERES.
