La Escuela 4260 de Cerro Negro de Tejada cuenta con apenas 9 alumnos, es su segundo hogar, ellos viven toda la semana por lo apartadas que quedan sus casas, debiendo recorrer varias horas caminando o a caballo
El año pasado los visitamos en el mes de septiembre, su director carlos Vargas, además de agradecernos nuestra presencia, nos pidió que volviéramos pronto, que los niños necesitan compartir vivencias con otras personas, por lo aislada que está la escuela y muy pocas personas llegan al lugar.
Este año nos propusimos volver y compartir juegos y entretenimientos. Diferentes motivos nos llevaron a posponer el viaje, hasta que decidimos establecer una fecha y logramos concretar la visita.
Salimos el 11 de mayo antes del amanecer y luego de pasar por la Cuesta del Obispo y Payogasta, dejamos las camionetas en Potrero de Belgrano para iniciar una marcha a pie de aproximadamente 19 kilómetros. En un cuatriciclo transportamos algunos regalitos para los
alumnos y elementos necesarios para la estadía.
La marcha fue por el lecho de un río, el que debimos cruzar en varias oportunidades, ayudado por bastones nos permitió sobrellevar mejor este tramo.
Después de dejar el río, tomamos una senda que era los restos de un camino destruido por las lluvias.
Durante la caminata nos cruzamos con personas que bajaban con sus burros cargados de mercadería para vender en Payogasta.
Una escuela conformada por un equipo maravilloso, ellos son: su director Carlos Vargas que
recuerda al Padre Chifri cuando se quedaba varios días jugando con los niños, la profesora de
Educación Física Cecilia Zamora que se dedica de lleno a los alumnos y Dominica Guitian que se preocupa por la alimentación de todos y la limpieza de las instalaciones.
Cuando llegamos los chicos con timidez y curiosidad se nos acercaron, algunos nos preguntaban cosas y otros nos observaban todo el tiempo, pero todos contentos por nuestra visita. Compartimos juegos y entretenimiento con los niños. Le entregamos a cada uno el libro “El Michi Blanco” y los cuadernos del Padre Chifri para que escriban y dibujen historias del paraje. Le contamos todo lo que hizo Chifri por las comunidades de los cerros, todos conocían quien era él, porque sus padres y el director de la escuela les contaban sus historias.
Un nuevo integrante de nuestro equipo se presentó en público, nos referimos a Mayo un títere muy ocurrente y divertido que hizo reír a carcajadas a los niños.
Nosotros nos sentimos felices todo el tiempo al ver esas sonrisas de los niños, tan pulcros en su presencia, tan educados y agradecidos. Cada uno recibió un suéter tejido por las señoras del grupo “Padre Pío”.
A la mañana temprano compartimos el izamiento de la Bandera
Argentina y de Salta, fue un momento de plena emoción verla al tope
del mástil, como dice la canción Aurora “Ahora se eleva en vuelo
triunfal” en el marco de los cerros coloridos, algunos nevados y el
celeste intenso del cielo.
Agradecemos a su Director Carlos Vargas, la profesora de Educación
Física Cecilia Zamora y a Doña Dominica Guitian, ellos nos
recibieron con mucho afecto. También a los niños que nos regalaron
sus sonrisas y ante cada regalito no dejaban de decir “Muchas
gracias”.
El trabajo que realizan las autoridades de la escuela es maravilloso,
los niños estaban muy bien cuidados, su ropa impecable y el
alojamiento pulcro y ordenado. Ellos dejan sus familias para brindarse
de corazón a los alumnos.
Ellos están preparando a los niños para que sean personas sanas y de
bien. Como decía Chifri, se los debe formar y ayudar para seguir sus
estudios y tengan un trabajo digno, para no depender de nadie y no caer en los vicios de las grandes ciudades
