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Más de 350.000 refugiados sudaneses en Chad necesitan ayuda urgente para evitar una catástrofe

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El alojamiento y los servicios básicos en los campos de refugiados son insuficientes para las más de 350.000 personas que han llegado a Chad huyendo del conflicto en Sudán. MSF hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que les proporcionen de manera urgente refugio, alimentos, agua, saneamiento y servicios de salud y protección. 

Más de 358.000 personas han llegado a la ciudad fronteriza de Adré, en el este de Chad, huyendo del conflicto de Sudán. Se están levantando campos de refugiados, pero el alojamiento y los servicios básicos disponibles en los campos son totalmente inadecuados para cubrir las necesidades de las personas que llegan. 

Médicos Sin Fronteras (MSF) hacemos un llamamiento a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias para que atiendan urgentemente las necesidades esenciales de las personas que tratan de ponerse a salvo a fin de evitar una catástrofe.

«Estamos presentes en tres campos de refugiados, a los que llegan aproximadamente 2.000 refugiados al día«, explica Susana Borges, nuestra coordinadora de Emergencias en Chad. «Los campos en esta zona ya están al máximo de su capacidad, al igual que los refugios temporales de tránsito. Así que las personas refugiadas están siendo trasladada a otros lugares alejados de la ciudad donde se siguen construyendo nuevos campos», afirma Borges. 

«Pero estos campos no están preparados para acoger a todos las personas refugiadas que han sido reubicadas. Las personas están expuestas a un sol y una lluvia inclementes; y los alimentos, agua e incluso utensilios de cocina son insuficientes. Hay enormes necesidades y muy pocos recursos«, añade. 

  • Sudanese refugees in Adré, eastern Chad© MSF

La respuesta de Médicos Sin Fronteras en Chad

En un solo campo de Adré, Camp Ecole, hay 150.000 personas refugiadas. MSF mantenemos una sala de pediatría de 250 camas en el hospital de Adré y en Camp Ecole tenemos clínica con 38 camas y una ambulancia para las derivaciones de pacientes. La clínica está continuamente llena, con una media de 400 consultas al día.  

La tasa de desnutrición, además, es alarmante. En Camp Ecole se registraron 351 pacientes en estado de desnutrición, pero algunos de ellos no pueden continuar su tratamiento porque han sido reubicados. Nuestros equipos están intentando localizarlos, pero la rápida reubicación lo hace muy complicado.  

Por otro lado, hemos emplazado tres pozos en Camp Ecole e instalaremos más si más personas siguen cruzando la frontera. Estamos distribuyendo agua potable en camiones por los campos, pero la magnitud de las necesidades es mucho mayor de lo que puede suministrar la organización por sí sola. La grave escasez de agua en los campos de Ambelia y Ourang obliga a la gente a hacer cola desde las dos de la madrugada. 

  • Sudanese refugees in Adré, eastern Chad© MSF

Enemigos añadidos: la malaria y el cólera

La temporada de lluvias ha llegado a Chad, lo que trae consigo un gran aumento de la malariay el acceso a determinadas zonas se convierte en todo un reto. En solo una semana, nuestra clínica en Camp Ecole ha registrado 956 casos de malaria, casi el triple que la semana anterior.

«La gente llega en situaciones sanitarias realmente preocupantes porque no tienen acceso a alimentos y viven en condiciones muy precarias», explica Trish Newport, nuestra responsable de emergencias. «Sabemos, por crisis anteriores, que toda esta lluvia conlleva el riesgo de enfermedades diarreicas como el cólera. En estas condiciones, nos preocupan enormemente los brotes de enfermedades que podrían producirse si no se amplía urgentemente la respuesta humanitaria», alerta Newport.



Se necesita ayuda urgente en Chad

En un país donde ya había un millón de personas viviendo como refugiadas o desplazadas internas, esta última oleada de refugiados del oeste de Sudán ha puesto aún más a prueba los recursos disponibles. Los precios de los alimentos han subido en Adré, y la mayoría de los recién llegados no pueden permitirse comprar comida. Esta situación también afecta a la población local, ya que su coste de vida ha aumentado mientras que los ingresos siguen estancados.

Es crucial que los donantes internacionales movilicen recursos para hacer frente al déficit de ayuda humanitaria. Por ello, MSF hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que proporcione urgentemente refugio, alimentos, agua, saneamiento y servicios de salud y protección a los miles de personas que han huido de niveles indescriptibles de violencia y han perdido sus hogares, sus medios de vida y a sus seres queridos en Sudán. Una respuesta humanitaria oportuna y suficiente es su única esperanza de sobrevivir a otra catástrofe. 

  • Sudanese refugees in Adré, eastern Chad© MSF